Por Rosselly Briceño de Mendoza
Para los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, inadvertidamente conocidos como los mormones, los profetas son siervos de Dios que reciben revelaciones para el beneficio de toda la humanidad.Al igual que los profetas de la antigüedad, estos profetas modernos son orientados por el Espíritu de Dios y reciben revelación para guiar, emprender y cumplir todas las cosas concernientes al Reino de Dios.
Ordenanzas sagradas
Para todas las edificaciones de la Iglesia de Jesucristo se requiere de un proceso en el cual los líderes de la Iglesia dan su aprobación. En el caso de los templos estos son construidos para proporcionar a los Santos de los Últimos Días una oportunidad de poder asistir con regularidad a la Casa del Señor y poder adorarle y realizar ordenanzas sagradas.
Los templos son lugares santificados donde los mormones efectúan convenios con el Señor. Por ser la Casa del Señor estas construcciones son espacios que guardan una perfección única. Los templos son diferentes a los centros de reuniones a los que asisten semanalmente los santos y que son conocidos como capillas.
Inspiración divina
El proceso de construcción de los templos comienza con las fervientes oraciones del profeta y de los líderes encargados de buscar el lugar adecuado para la construcción de los templos. Luego son anunciados, durante la Conferencia General que realiza cada seis meses, el lugar donde serán construidas estas edificaciones.
Cabe destacar, que los fondos usados para las edificaciones de los templos en todo el mundo son apartados para este fin y que La Iglesia paga en su totalidad la obra, así que cada vez que la Iglesia construye un templo en cualquier parte del mundo es porque esta cuenta con los recursos necesarios para su construcción.
Un grupo de arquitectos trabaja en los diseños de los templos, tanto de su interior como del exterior y dependiendo de la membresía o asistencia potencial, diseñan la capacidad adecuada del mismo.
Es de resaltar que sin la guía de Dios nada de esto es posible. En una oportunidad, el primer consejero de la Primera Presidencia Gordon B. Hinckley expresó la urgencia de edificar un templo en Hong Kong y pidió a la Presidencia del Área de Asia que buscaran el espacio ideal para la cimentación de dicho templo.
El presidente Hinckley tuvo una revelación donde había visto una edificación de aproximadamente ocho pisos y en esa visión se encontraba el templo en la parte superior de ese edificio y en la parte inferior otros espacios para funciones de la Iglesia, era el Templo de Hong Kong.
La inspiración se impone
Se hicieron los planos y se presentó al gobierno de esa región para los permisos correspondientes pero el permiso fue rechazado. Después de un tiempo el presidente Hinckley se reunión con los hermanos encargados de llevar a cabo la obra y le explicaron que aún no se habían dado los permisos y el diseño había sido modificado al de la visión que el profeta Hinckley había recibido para dicha edificación.
El profeta pidió a los hermanos muy humildemente que retomaran el modelo de la visión y estos no dudaron ni un minuto. Para el gozo de los hermanos en China, el plano de la visión del profeta Hinckley había sido aprobado por las autoridades gubernamentales y en mayo de 1996 fue dedicado el Templo de Hong Kong a la manera del Señor.
Diseños adecuados
Los templos son diseñados de acuerdo a las necesidades de los santos para que se sientan cómodos e identificados con sus características. Estos diseños no son tomados a la ligera. Se requiere de oración y hasta más de un año de trabajo en el diseño para que cada detalle quede a la perfección y en este tiempo la Primera Presidencia se encarga de aprobar el diseño final de cada templo.
En cuanto a los materiales utilizados para la obra de construcción, la Iglesia de Jesucristo indica que tienen que ser los mejores, ya que estos templos son literalmente la Casa del Señor y como tal deben gozar y brindar el mayor de los tributos a Dios.
En el proceso de construcción de los templos, los representantes de la Iglesia de Jesucristo se encargan de buscar las mejores contratistas debido a la complejidad de estos edificios. Se requiere de empresas y personas expertas que puedan desarrollar y llevar a la perfección este minucioso trabajo el cual puede extenderse hasta por dos años.
En un discurso pronunciado por el Élder Scott D. Whiting, de los Setenta, intitulado: “La norma de los templos”, pronunciado en octubre de 2012, dijo: “Las altas normas para la construcción de templos que usa la Iglesia son un modelo y un símbolo de la forma en que deberíamos vivir”.
Un proceso paso a paso
Los mormones saben que para edificar estos espacios tan sagrados, la Primera Presidencia ora y reflexiona con respecto a la necesidad de los miembros de un lugar específico del mundo y por inspiración logran saber qué país o ciudad debe contar con esta bendición.
Luego un equipo de exploración localiza el sitio especifico capaz de cumplir con las especificaciones de la construcción. Con los planos ya elaborados y un diseño ajustado e inspirado a la cultura, arquitectura y realidad de la ciudad o país, se da la primera palada y luego se inician formalmente los trabajos de edificación.
Una vez concluido el Templo se da un programa conocido como Puertas Abiertas, en el que miembros de la comunidad tendrán la oportunidad de entrar a todas las áreas del edificio y conocer lo que en su interior hay y habrá en adelante. En esta oportunidad, todos aquellos que deseen entrar podrán hacerlo sin distingo de religión.
Oración dedicatoria
Al concluir este programa de Puertas Abiertas, se efectúa la oración dedicatoria, a cargo de un miembro de la Primera Presidencia. A partir de ese momento el edificio deja de ser un espacio abierto al público en general y ya es considerado apartado para la Obra de Dios y un lugar sagrado para los Santos de los Últimos Días.
Los templos mormones están construidos con estricta normas de calidad, los Santos de los Últimos Días desean que permanezcan erigidos para recibir al Salvador en su segunda venida.
Miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, donde sirve como secretaria de las Mujeres Jóvenes de Barrio Unión, Estaca Los Sauces, Valencia-Venezuela. Periodista (Comunicador Social, mención Desarrollo Social), egresada de la Universidad Católica Cecilio Acosta en Venezuela.
muy bien, me ha ilustrado mucho esta informacion. Gracias rossely y un fuerte abrazo a todos los de la iglesia de jesucristo de los santos de los ultimos dias