David A. Bednar sirve como apóstol en el Quórum de los Doce para La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días. También es un hombre que ha desarrollado un amor profundo por las escrituras y sus enseñanzas. En esta biografía de David A. Bednar, lea sobre algunas de las historias de cuando era joven antes de que fuera llamado como apóstol.
Familia
La conversión de un padre
La madre de David era un miembro activo de la Iglesia. No obstante, su padre era católico. A pesar de esto, el padre de David asistía a la iglesia SUD los domingos, iba a las actividades de la Iglesia y apoyaba a David mientras estaba en su misión.
Aunque el padre de David era activo en la iglesia SUD, no se había bautizado en ella. Mientras crecía, a menudo David le preguntaba cuándo se iba bautizar. Su padre siempre le respondía, “me uniré a esta Iglesia cuando sepa que es lo correcto por hacer.” Eso no impidió a la persistencia de David. Mientras estaba en la misión terminaría sus cartas con, “Papá, te amo. Cuándo te vas a bautizar?”
Pero no fue hasta que David retornó de su misión, se casó, y estaba asistiendo a la Universidad Purdue por su doctorado, que recibió la respuesta que había estado esperando. Su padre le llamó y dijo, “Qué haces el sábado? Podrás estar aquí [en California] para que me bautices?”
Los años de oraciones de la familia Bednar habían sido contestada por fin mientras David tuvo la oportunidad de bautizar y ordenar a su padre. Luego, David dijo, “Sinceramente creo que por eso nací. No para enseñarle, sino para ayudarle a aprender sobre el evangelio restaurado.” (Artículo de la Liahona “Elder David A. Bednar: Yendo hacia adelante en la fuerza del Señor”; Artículo del Church News “Legado de familia, fe es la fundación de la vida”).
Primer encuentro con Susan
David conoció a Susan Kae Robinson cuando estaba asistiendo a la Universidad de Brigham Young después de haber servido su misión en Alemania. Estaban en el mismo barrio de estudiantes y una vez, para la noche de hogar, el barrio jugó fútbol americano de banderas.
David había sido un mariscal de campo en la secundaria, así es que cuando lanzó un pase largo y Susan lo atrapó, él quedó muy impresionado. No obstante, Susan recuerda este pase como el único que llegó a atrapar. De todos modos, el pase presentó a David a su futura esposa (artículo de la Liahona “Elder David A. Bednar del quórum de los doce apóstoles”).
Estudio de las escrituras
El poder de las escrituras
Si hay algo que necesitas saber de David A. Bednar, es su amor por las escrituras. A lo largo de sus llamamientos como obispo, presidente de estaca, y presidente de Ricks College, él siempre ha animado a los miembros y a los estudiantes a llevar sus escrituras a las reuniones. David desarrolló su amor las escrituras por primera vez durante su capacitación para su misión. Él y otros 300 misioneros fueron al salon de asamblea solemne en el Templo de Salt Lake. Allí, Presidente Harold B. Lee enseñó a los misioneros y contestó sus preguntas usando las escrituras. David recuerda cuán impresionado quedó por el conocimiento de Lee de las escrituras: “Me senté allí y pensé que jamás podría conocer las escrituras como él las conocía, pero mi objetivo llegó a ser usar las escrituras en mis enseñanzas en la manera que ví al Presidente Harold B. Lee hacerlo”.
David ha pasado una vida estudiando las escrituras y se esfuerza por infundir un amor por ellas en los demás (“David A. Bednar”).
Las escrituras y los suspensores rojos
Cuando David era obispo en Fayetteville, Arkansas, él recibió una invitación a la clase de primaria. Decidió enseñar a los miembros jóvenes de la Iglesia sobre la importancia de las escrituras con un ejemplo práctico. Ese domingo, él llevaba suspensores rojos con su traje.
Cuando vino a la primaria, se quitó la chaqueta y preguntó a los niños cómo las escrituras eran como sus tirantes rojos. Un niño dijo, “las escrituras sostienen nuestra fe en Jesús en la igual manera que sus suspensores sostienen sus pantalones.” David le dijo, “eso es exactamente.” Los niños no tan sólo eran inspirados a leer las escrituras, sino los niños empezaron a llevar suspensores rojos y las niñas llevaban lazos rojos en el pelo (artículo de la Liahona “Elder David A. Bednar: Yendo hacia adelante en la fuerza del Señor”).
Sirviendo a otros en el Señor
Dando un billete de veinte marcos
David conoció al élder Boyd K. Packer mientras servía su misión en Alemania. Packer estaba ayudando a organizar una estaca allí, pero a causa de la niebla él y la hermana Packer no pudieron abordar ningún avión de Munich a Berlín. David y su compañero ayudaron a los Packer a encontrar un tren a su destino. Cuando el tren empezó a moverse, David preguntó al élder Packer si tenía dinero, y Packer dijo que no tenía. David no tenía mucho dinero tampoco, pero le dijo a Packer que “sería mejor que Ud. tuviera algo,” y corriendo al lado del tren, David le dio un billete de veinte marcos.
David no supo hasta años después cuán importante este billete de veinte marcos había sido. Cuando el tren entró a Alemania del Este, un soldado se acercó a los Packer y pidió ver sus pasaportes. Aunque a los Packer se les había dicho que el pasaporte de tres años de la hermana Packer contaba como uno de cinco años, el soldado lo negó y se volvió varias veces donde los Packer durante el viaje.
El élder Packer no sabía que hacer, pero sintió la inspiración de dar al soldado el billete de veinte marcos. Entonces el soldado devolvió sus pasaportes y les dejo en paz. Después el élder Packer supo luego de un miembro que el soldado probablemente hubiera turado a la hermana Packer del tren. A causa del sacrificio de David, los Packer llegaron a Alemania sanos y salvos (artículo del New Era “El billete de veinte marcos”).
Transformando Ricks College
En 1997, David fue nombrado como presidente de Ricks College. Al enfrentar esta gran responsabilidad, él dijo humildemente a los empleados, “Nunca he sido presidente de una universidad. No sé hacer eso. Pero, sí sé algunas cosas sobre el enseñar, y espero que esos cimientos, por lo menos, provea un comienzo.”
David trabajó duro como presidente del Ricks. Él y Susan a menudo tenían estudiantes en su casa para la noche de hogar donde estudiaban de las escrituras. A través de los años, los Bednar tuvieron a más de 35,000 estudiantes que vinieron a la noche de hogar.
Solamente tres años después de ser presidente, los deberes de David adquirieron un nuevo sentido completamente. Ricks College estaba por transformarse de una escuela de dos años a una de cuatro: La Universidad de Brigham Young—Idaho. Una colega le preguntó a David si tenía miedo de administrar este grande nuevo cambio. David dijo:
“Si pensara que tenemos que ejecutar esta transición confiando exclusivamente en nuestra propia experiencia y nuestro propio juicio, entonces estaría aterrado. Pero, tenemos ayuda de los cielos. Porque sabemos quien está encargado y que no estamos solos, entonces no, no tengo miedo.
Con la ayuda del Señor y otros, David transformó el Ricks College en BYU-I (“David A. Bednar”; artículo de la Liahona “Elder David A. Bednar: Yendo hacia adelante en la fuerza del Señor”).
Después de que fue llamado
Antes de servir en Ricks College, David A. Bednar trabajó como miembro de la facultad de negocios en la Universidad de Arkansas y en la Universidad Texas Tech. Él tuvo varios llamamientos también, incluyendo Representante Regional y Setenta Autoridad de Área. David y Susan criaron a tres hijos varones, y él sirvió como presidente de BYU-I por siete años (“David A. Bednar”; artículo de la Liahona “Elder David A. Bednar del Quórum de los Doce Apóstoles”).
En 7 de octubre, 2004, David A. Bednar fue apartado como miembro del Quórum de los Doce Apóstoles (“Elder David A. Bednar”). En el artículo de la Liahona, “Elder David A. Bednar: Yendo hacia adelante en la fuerza del Señor,” él habla de la importancia de las escrituras:
“Mi papá era un tornero mecánico, y nunca se le podía encontrar sin sus herramientas. Me parecía que para los miembros de la Iglesia de Jesucristo nuestras herramientas son las escrituras y siempre tratábamos tenerlas en nuestras reuniones. Cuando llegué a ser presidente de estaca, empezamos a sostenerlas en el aire para hacernos recordar de como pueden, si las usamos, sostener nuestra fe.
David A. Bednar enseña de las palabras de Dios, y su fe y testimonio tienen un cimiento sólido en las escrituras.