Seguramente aquella mañana del 28 de diciembre de 1990 en Miami, Florida un estado del sur en los Estados Unidos, estando en algún hospital de la ciudad, Jeff Archuleta y Lupe María Mayorga, dos jóvenes que estaban a punto de ser padres, jamás les pasó por la mente quien llegaría a ser él, uno de sus cuatro hijos.
De la misma manera veintidós años después en el año 2012 un grupo de fanáticos de la música jamás se imaginaron la decisión que tomaría aquel joven considerado como su estrella.
Y tampoco el pueblo de aquel país de América del Sur llamado Chile se imaginaria, que entre los años 2012 y 2014 una joven estrella se presentaría a realizar fuera del estrellato, las cámaras y los micrófonos, una de las obras de caridad más grandes que un joven puede hacer.
David Archuleta
David James Archuleta, conocido en el mundo artístico como David Archuleta, de origen hondureño por su madre y vasco por su padre, creció con la música en las venas debido a que su madre era una cantante de salsa y bailarina. Un niño que desde la corta edad de 6 años empezó a cantar inspirado en el musical de una novela, que tiempo después confesó “era lo que había empezado todo”. Un niño que a la edad de 10 años comenzó a participar en presentaciones públicas en el estado de Utah, estado al cual él y su familia se habían mudado, y donde comenzó ganando el premio “Child Division” que lo llevó a participar en televisión.
A los 12 años ganó el “Junior Vocal Champion” y a la corta edad de 17 años se convirtió en participante de la séptima temporada de la serie estadounidense American Idol. donde en mayo de 2008 fue subcampeón con mas de 97 millones de votos y el 44 por ciento de los votos. En ese mismo año, tuvo la oportunidad de lanzar su primer álbum, que con el sencillo “Crush” y con tan solo 3 meses después de su lanzamiento alcanzó la posición número 2 en el Billboard 200 y por el cual vendió mas de 750 mil copias en los Estados Unidos y mas de 900 mil en todo el mundo. Para octubre del 2010 ya había lanzado su tercer álbum con sencillos como Something ’Bout Love que hicieron que su fama y prestigio se elevaran a lo más alto de la popularidad. Ese fue el proceso de aquel niño nacido en algún hospital del estado de Florida, que años después se convertiría en cantante, compositor y llegaría al estrellato.
La mejor decisión
La misma decisión de mudarse al estado de Utah que le ayudó a comenzar su carrera en su infancia, fue la misma causa para que él tomara una de las decisiones más importantes que no tenía que ver con la música, ya que al mudarse al estado de Utah, él y su familia conocieron una Iglesia de la cual David y su familia se convirtieron en miembros, La Iglesia de Jesucristo de los Santo de los Últimos Días. Fue allí donde David se formó en su infancia, donde aprendió los valores que lo formaron y de donde se derivó la decisión mas importante cuando en diciembre del 2011 anunció dejaría su carrera por servir como misionero de tiempo completo de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Chile. Aunque cada uno de sus fanáticos se sorprendieron ante tal decisión, el confesó en su palabras, estar ansioso de ser parte de la cultura latina, pidió comprensión ante tal decisión, que dijo ser muy personal, y agradeció el apoyo que le daban por lo que estaría haciendo y por lo que se enfocaría. Y aunque se mostró triste por abandonar la música se mostró aún más feliz por dedicarle un tiempo a Dios.
Su misión en chile
Después de aquel anuncio en diciembre del 2011, desde marzo del 2012 a principios de abril del 2014, la labor de David fue lejos de los escenarios, para dedicarse de tiempo completo a ser un misionero en Chile, “invitando a las personas a venir a Cristo al ayudarles a que reciban el evangelio restaurado…” (Propósito misional, Predicad Mi Evangelio) donde sirvió por 2 años en la ciudad de Rancagua y sus alrededores. En la misión Chile Rancagua, por 2 años un joven artista decidió tomar la decisión de servir como cualquier joven de entre 18 y 25 años, miembro de la Iglesia.
Esta es la historia de un joven que fue impulsado por un musical, que comenzaba a convertirse en cantante, y al mismo tiempo a conocer a Dios por medio de la Iglesia, un joven que se convirtió en un reconocido cantante y compositor, una estrella de la música que decidió dejar a un costado las cámaras y el estrellato, para realizar una de las más grandes obras de servicio que un joven puede hacer, servir como misionero de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Soy Lehi Vega, tengo 24 años y vivo en México. Soy miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días desde mi infancia y serví una misión en Perú. Soy segundo consejero de la organización de Hombres Jóvenes del Barrio Tecnológico, de la Estaca Celaya. Me encanta la música y cantar, así como correr y el fútbol.
hola soy miembro de la iglesia de jesucristo de los santos de los últimos días este evangelio restaurado me a ayudado a mi y a mi familia a cambiar y a estar mucho más unidos con ayuda de los misioneros estamos mejorando y con ayuda de nuestro padre