Por Reinaldo Mendoza
Jesús visita las Américas
La presencia de El Libro de Mormón, Otro Testamento de Jesucristo en el mundo dio paso a una nueva visión de la realidad. Dios debía dar a Sus hijos mayor luz y verdad y tras la Restauración del Evangelio ofreció tal conocimiento por medio del referido texto sagrado.
Luego que José Smith, el primer profeta de la última dispensación de todos los tiempos, tradujo las palabras de los profetas de la antigua América, así como las experiencias y vivencias de aquellos que poblaron el continente antes de la llegada de Cristóbal Colón, el mismo fue publicado como El Libro de Mormón y desde ese momento siempre ha dado de qué hablar.
Bendecidos por entender
Algunos lo alaban y encuentran en él los tesoros espirituales que con poderosa inspiración puede mostrar el rostro del Salvador Jesucristo y de las verdades eternas que enriquecen y brinda esperanza a quienes por medio del Espíritu Santo llegan a saber que es verdadero. Sin embargo, existen detractores que no logran entender ni alcanzar tales bendiciones.
Algo sí es cierto, El Libro de Mormón causa revuelo y promueve reacciones a todo aquel que lo escudriña. Así ha sido desde su descubrimiento y publicación. En América Latina, tal situación no es diferente, las páginas de este texto han causado un impacto realmente poderoso en cada uno de los países de habla hispana. Aun apareciendo nuevos detractores, el número de los mismos es insignificante con respecto a aquellos que lo leen con devoción y fe, al tiempo que reconocen el contenido divino del mismo.
Identificados por su realidad
El Libro de Mormón registra acontecimientos que permiten a los hombres y mujeres latinoamericanos sentirse plenamente identificados con sus culturas y vivencias. Es bueno destacar que en las páginas de este maravilloso libro se encuentra registrada la historia de una familia que partió de Jerusalén a este continente y que trajo consigo grandes tesoros en conocimientos acerca de Dios.
Los científicos aún no han podido dar explicación certera a la tan avanzada cultura precolombina. ¿Cómo era posible que una cultura “precaria e ignorante”, como se ha hecho saber de los indígenas precolombinos, pudieran haber construidos tan impresionantes ciudades?, ¿Qué explicación ofrece la ciencia e investigaciones respecto al desarrollo minero, metalúrgico y en orfebrería que poseían estas culturas precolombinas?
Cultura avanzada
Es evidente que los indígenas conocían de ciencias y de realidades espirituales. Muchas son las evidencias de ello y se observan en lo que ahora son las ruinas de las más elevadas formas de vida de antigua América. Pirámides, templos, esculturas, vasijas, entre otras evidencias denotan que este mundo estuvo en diversos momentos tan avanzado como en otros continentes.
Son muchos los vestigios de las culturas precolombinas. Allí estuvieron los hijos de Israel, parte de las tribus perdidas, quienes trajeron conocimientos y mostraron en un principio la existencia de un Dios Grande y Todopoderoso. Reconocían el verdadero poder del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Todo ello está reflejado en El Libro de Mormón, Otro Testamento de Jesucristo, entre otras verdades.
Creer para la posteridad
Los latinoamericanos que escudriñan El Libro de Mormón logran entender lo que está plasmado en 2 Nefi capítulo 30, versículos del 3 al 8 que destaca: “Y ahora quisiera profetizaros algo más acerca de los judíos y los gentiles. Porque después que aparezca el libro de que he hablado, y se haya escrito para los gentiles y sellado nuevamente para los fines del Señor, habrá muchos que creerán las palabras que estén escritas; y ellos las llevarán al resto de nuestra posteridad.
Y entonces el resto de nuestra posteridad sabrá acerca de nosotros: cómo fue que salimos de Jerusalén, y que ellos son descendientes de los judíos; y el evangelio de Jesucristo será declarado entre ellos; por lo que les será restaurado el conocimiento de sus padres, como también el conocimiento de Jesucristo que hubo entre sus padres.
Y entonces se regocijarán; porque sabrán que es una bendición para ellos de la mano de Dios; y las escamas de tinieblas empezarán a caer de sus ojos; y antes que pasen muchas generaciones entre ellos, se convertirán en una gente pura y deleitable.
Y acontecerá que los judíos que estén dispersos empezarán también a creer en Cristo; y comenzarán a congregarse sobre la faz de la tierra; y cuantos crean en Cristo también llegarán a ser una gente deleitable.
Y sucederá que el Señor Dios empezará su obra entre todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos, para llevar a cabo la restauración de su pueblo sobre la tierra”.
Millones con El Libro de Mormón
Hoy son millones los hombres, mujeres y niños que han leído El Libro de Mormón en la América de habla hispana y sus vidas han podido sentir ese regocijo, esa alegría y ese poder que sus líneas prometen. Los corazones de los hijos de Dios se transforman cuando aprenden y siguen las verdades que el Padre Celestial les ofrece de la pureza de sus páginas.
Solo en México hay más de 1 millón 344 mil 239, miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y desde allí hacia el resto de América Latina se suman más de 5 millones de miembros, quienes han leído y logrado saber que El Libro de Mormón es Otro Testamento de Jesucristo y sus vidas han sido transformadas.
Miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, donde sirve como Obispo del Barrio Unión, Estaca Los Sauces, Valencia-Venezuela. Periodista (Comunicador Social, mención Desarrollo Social), egresado de la Universidad Católica Cecilio Acosta en Venezuela. Magister en Teaching Higher Education, egresado de la Caribbean International University.
