Este mes se cumple el 25 aniversario de la trágica muerte de los misioneros, Jeffrey B. Ball y Todd R. Wilson, que fueron asesinados durante su servicio en Bolivia. En ese momento, la organización terrorista de izquierda radical Frente de Liberación Armada de Zárate Willka, se atribuyó la responsabilidad por el ataque como una respuesta a «una [aparente] violación de su soberanía. . . [por] los invasores yanquis», a pesar de que estos misioneros eran, en palabras de la Primera Presidencia, «enviados a predicar el evangelio de la paz, [y nunca] caracterizados por ser enemigos de ningún grupo».
A pesar de su muerte, la misión de Ball y Wilson de llevar el evangelio de Jesucristo al pueblo de Bolivia ha continuado. La obra misional continuó valerosa, noble e independiente de todo el terror que el mundo puede lanzar en él. En el funeral de uno de los hombres jóvenes, el presidente Ezra Taft Benson expresó su amor por la familia y por los esfuerzos misionales diciendo: «Esta obra sólo ha comenzado». Las palabras del presidente Benson han demostrado ser ciertas.
En Bolivia, mientras que en 1989 había cerca de 40.000 miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y 400 misioneros allí, esos números se han disparado a 188.291 miembros con 4 misiones que contienen hasta 200 misioneros en cada una.
Podemos honrar la memoria de estos jóvenes y continuar con la obra por la que dieron su vida compartiendo nuestro testimonio y fe.
Traducido de:
http://lds.net/blog/faith/defending-the-faith/mormon-history/learning-share-testimony-25th-anniversary-assassination-missionaries-jeffrey-b-ball-todd-r-wilson-
bueno es bien triste pero nos consuela q sabemos a donde van, y q cumplian con un deber , estar al servivio de nuestros semejante es igual q estar al servicio de nuestro DIOS .la familias son eternas, y los volveremos a ver