Estudio sobre el alcance de la Iglesia entre los Mapuches de Chile y Argentina

agosto 11, 2014 • Uncategorized • Views: 4018

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(NOTA DEL EDITOR: Traducción del artículo original “LDS Outreach among the Mapuche of Chile and Argentina”, publicado originalmente el 29 de Abril de 2013 por el grupo de estudios SUD Cumorah.com, este es el primer estudio de su clase en cuanto a la Iglesia y el pueblo mapuche)

Por Matt Martinich, de Cumorah International LDS Resources
Traducido y adaptado por Margarita Espinoza y Yamil Inostroza 

Fuente: Elfaromormon.org

Contexto

Con aproximadamente 604.000 miembros de la Iglesia en Chile y 114.000 en Argentina, los Mapuches o Araucanos son un grupo de indígenas Amerindios del sur de Sudamérica. En Chile, los mapuches tradicionalmente residen en el área rural de Temuco pero pueden ser encontrados en pequeños grupos a lo largo del sur de Chile. En Argentina, los mapuches generalmente residen en la Provincia de Neuquén y en otras provincias del sur. Los mapuches constituyen el más grande y el único grupo indígena visible en Chile mientras que todos los otros pueblos amerindios son de una población inferior a los 10 mil. Este caso de estudio revisa la historia y cultura del pueblo Mapuche y el pasado y presente de la actividad proselitista entre ellos. Son analizados y discutidos los éxitos, oportunidades y desafíos para la obra misional y el crecimiento de la Iglesia. Una sección del crecimiento comparativo resume los esfuerzos misionales entre otros pueblos amerindios importantes en Chile y Argentina y contrastan el crecimiento de la Iglesia entre los Mapuches con otros grupos proselitistas cristianos. Se identifican limitaciones para este caso de estudio. Se discuten y concluyen futuras perspectivas para el crecimiento. Antecedentes de los Mapuches Los arqueólogos estimas que el pueblo Mapuche ha residido en Chile, posiblemente, desde los 500 a.C. hasta el presente. Al comenzar el siglo XV, habían tres subgrupos: Los Picunches, Mapuches y Huilliches. El Imperio Inca invadió la tierra de los Picunches y el avance inca fue detenido por los Mapuches y Hulliches en el Río Maule. A la mitad del siglo XV, los españoles comenzaron colonizando el norte y centro de Chile, resultando en la desaparición de los Picunches hacia el siglo XVII. Por otro lado, los Mapuches y Huilliches no fueron conquistados por los españoles y se entrelazaron en un conflicto guerrillero. En el siglo XVIII, los Mapuches y Hulliches se expandieron hasta alcanzar territorio de dominación española por la mucha reubicación hacia las áreas vecinas en Argentina y absorbidos por otros pueblos amerindios a su propia cultura, como en la Pampa. El territorio Mapuche ganó su independencia de España a principios del siglo XIX, pero poco después fue subyugado a Chile y Argentina cuando estos países se independizaron de España. Los Mapuches han sido reubicados a “reducciones” y continúan residiendo en el territorio chileno desde los últimos 2 siglos. Los Mapuches originalmente hablan Mapudungum; una lengua amerindia que pertenece a su propia familia. Aproximadamente el 40% de los Mapuches chilenos hablan mapudungun, mientras que menos del 10% de los Mapuches argentinos lo hablan. Ninguno de los que habla mapudungum usa el español como lengua principal. En Chile, la tasa de alfabetización de Mapuches que hablan mapudungun están por debajo del 1% para el mapudungun y 21% para el español. El Nuevo Testamento ha sido traducido completamente al Mapudungum. Estimaciones recientes indican que el 65% de los Mapuches son católicos y el 29% son evangélicos. Antecedentes SUD Misioneros retornados informan que los Mapuches se han unido a la Iglesia en pequeños grupo en ambas áreas, el Sur de Chile y la Patagonia Argentina. De todos modos, la mayoría de las congregaciones con miembros mapuches se limitan a solo uno o dos individuos activos. Misioneros que sirven en el Sur de Chile y la Patagonia ha enseñado regularmente a investigadores Mapuches por muchos años. A principios del 2013, la Iglesia no ha dirigido ningún esfuerzo proselitista formal específico en enfocado en los Mapuches y no hay traducciones de materiales SUD o escrituras al mapudungun. Éxitos La Iglesia, al parecer, a bautizado a cientos de conversos Mapuches en Chile y Argentina en las pasadas décadas a pesar del no especializar los programas misionales ni haber llegado a localidades pequeñas y áreas rurales donde está el mayor porcentaje de Mapuches en la población general. Muchos barrios y ramas en el Sur de Chile y la Provincia de Neuquén han tenido uno o dos Mapuches Activos. La presencia de miembros Mapuches en estas unidades puede facilitar la integración de investigadores Mapuches y nuevos conversos y, con el tiempo, ayudar a establecer un sentido de comunidad.

La Iglesia tiene una amplia presencia en ciudades grandes y medianas en las áreas con una considerable población Mapuche. La mayoría de las ciudades grandes y medianas tienen una o más estacas o distritos SUD. Las unidades de la Iglesia operan en localidades pobladas por el 67% de la población chilena y el 78% de la Argentina, proveyendo un alcance a la mayor parte de ambos países. Muchas ciudades pequeñas tienen barrios o ramas funcionando, reduciendo el tiempo de viaje de las personas quienes viven en pueblos o comunidades rurales. Oportunidades Hay muchas oportunidades favorables en Chile para el establecimiento oficial de un programa misional que se enfoque en el pueblo Mapuche. Pequeños grupos de miembros Mapuches han servido misiones de tiempo completo y pueden ser usados para un esfuerzo proselitista formal. La Iglesia ha experimentado un éxito de moderado a alto, en sus esfuerzos misionales entre otros pueblos amerindios en Sudamérica y puede experimentar resultados similares entre los Mapuches si se extiende una difusión organizada. En Santiago, hay 10.000 Mapuches que residen en la ciudad y que puede ser fácilmente alcanzados por la actual infraestructura misional. Muchos mapuches que residen en Santiago hablan un español fluido, reduciendo las necesidades de unidades de una lengua específica para misioneros que hablen mapudungun. El establecimiento de grupos y ramas en áreas con un considerable número de Mapuches puede proveer un medio

para respetar y preservar la cultura y lengua local para aquellos quienes decidan adorar y estudiar el Evangelio en su lengua nativa entre su propio pueblo. Este acercamiento puede reducir las posibilidades de tensiones étnicas que puedan ocurrir entre miembros Mapuches y no Mapuches, específicamente debido a las conflictivas relaciones de larga data entre Mapuches y chilenos europeos y mestizos. De todos modos, actualmente los misioneros retornados no han informado de problemas en instancias de integración étnica entre Mapuches y otros grupos étnicos en la Iglesia.

Hay muchas oportunidades para la actividad proselitista en comunidades mapuches ubicadas en reservas, primeramente en la Araucanía, Chile. El crecimiento entre los Mapuches ha sido limitado debido a la ausencia de coordinación en esfuerzos para llegar a esta población y hay muchos Mapuches residentes en áreas rurales donde no hay congregaciones cercanas. Con, quizás, pocas excepciones, no pareciera haber barrios o ramas constituidos en localidades del territorio Mapuche. Al asignar muchos compañerismos misionales para visitar estas comunidades, buscar miembros aislados, encontrar y enseñar investigadores, y realizar reuniones pueden ser medios efectivos para establecer la presencia de la Iglesia en estas áreas. La distancia desde los centros establecidos de la Iglesia y los pequeños poblados distribuidos en grandes áreas geográficas podría prohibir la delegación misioneros de tiempo completo a comunidades Mapuches individuales, pero visitas regulares por misioneros de tiempo completo por múltiples localidades podría ser efectiva en proveer un acercamiento mientras se conservan las limitadas fuentes de proselitismo.

La pobreza y el bajo estándar de vida podrían hacer uso de proyectos de desarrollo cuando sea apropiado, métodos de proselitismo pasivo que pueden, también, mejorar las condiciones de vida de muchos Mapuches en reservas. Parejas de misioneros mayores y líderes locales pueden ayudar a organizar y llevar a cabo el desarrollo de proyectos de enseñanza de técnicas de agricultura. Los Santos de los Últimos Días podrían emplear estrategias de autosuficiencia económica similares a los anteriores y actuales proyectos entre otros grupos Amerindios o en áreas golpeadas por la pobreza, tal como enseñando técnicas eficientes de agricultura, organizando proyectos de jardines, manteniendo el empleo, talleres de resucitación neonatal, dirigir proyectos de purificación de agua, y proveyendo prestamos para pequeñas empresas o recursos para poner en marcha emprendimientos locales. La Iglesia ha logrado un notable éxito en la África subsahárica través de proyectos avícolas y de plantaciones donde las personas reciben un “kit de inicio” compuesto con pollitos recién nacidos o suministros agrícolas, los que si son bien utilizados pueden convertirlos en un negocio autosuficiente. Los bajos niveles de desarrollo económico y la marginación social a largo plazo indican que los proyectos de pequeños negocios pueden significar una mejora económica para muchos. Los niveles de alfabetización extremadamente bajos sugieren que la Iglesia SUD puede conocer las necesidades locales y facilitar la introducción pasiva a través de la enseñanza de cursos de alfabetización. El decadente uso de la lengua mapudungun entre el pueblo Mapuche provee oportunidades para la extensión SUD utilizando amplios recursos disponibles de la lengua española y liderazgo y mano de obra misionera. Sin embargo, los bajos niveles de alfabetización en los Mapuches chilenos, presenta dificultades en el uso de escritura y material impreso. Usando el audio de las escrituras traducidas al español puede ser apropiado para cubrir las necesidades de aprendizaje del Evangelio.

Desafíos

El uso de recursos misionales en la reactivación y apoyo de los miembros constituye uno de los grandes obstáculos para el establecimiento de un programa misional oficialmente organizado entre los Mapuches. La iglesia en Chile ha experimentado uno de los más desastrosos y generalizados problemas de inactividad a nivel mundial, como evidencia de esto, ningún otro país ha presentado números de miembros tan altos por barrio o rama (929). La tasa estimada de miembros activos en Chile se encuentra entre un 10% y un 15%; una de las más bajas del mundo. Problemas de desarrollo de liderazgo del pasado y alta deserción de conversos fueron los principales factores que llevaron a los líderes de la iglesia a consolidar 42 estacas a inicios del 2000. Dentro de la pasada década, la iglesia ha canalizado sus recursos misionales en la estabilización de miembros activos, resucitar el liderazgo local e intentar la reactivación de miles de miembros inactivos. Esto ha resultado en la consolidación de unidades, pero poco éxito en lograr un crecimiento, como evidencia, ninguna estaca ha sido creada desde 1990 y no hay un notable aumento en el número de barrios y ramas desde 1999. La iglesia en Argentina también presenta grandes problemas de inactividad, con una tasa de miembros activos estimada aproximadamente en 20% y una baja en la congregación desde 2008. El énfasis de las misiones en Chile y Argentina en la fijación de cuotas de trabajo y metas bautismales arbitrarias sacrifican la calidad de la enseñanza y preparación antes del bautismo para apresurar a los investigadores a bautizarse ha erosionado la autosuficiencia de la iglesia en estos dos países. Consecuentemente, misioneros de tiempo completo han sido utilizados en el establecimiento de liderazgo, ayudar en la orientación familiar y otras responsabilidades de los miembros locales. Muchas unidades tienen largas listas de miembros inactivos que tienen pocos recuerdos de su actividad en la Iglesia, si hay algún evento significativo en su actividad en la Iglesia, corresponde a cuando fueron bautizados. Esto ha redundado en muy pocos recursos misionales disponibles para asignar específicamente a la difusión Mapuche, si los líderes de misiones y áreas hubieran buscado específicamente la difusión entre el pueblo Mapuche algún día.

No hay una significancia de la comunidad SUD entre el pueblo Mapuche. La Iglesia no reporta ninguna unidad de habla mapudungun en Chile o Argentina y no parece haber ninguna unidad que tenga miembros mapuches como mayoría o minoría. Miembros mapuches activos están dispersos a lo largo de distintas áreas geográficas administradas por diversas misiones SUD que resulta probablemente en una pequeña comunicación entre estos miembros, y las restricciones geográficas hacen impracticable el establecimiento de barrios de miembros de habla mapudungun.

El estatus de la gente Mapuche en la sociedad chilena es una significante barrera para que la Iglesia realice proselitismo entre ellos. Los mapuches continúan careciendo de reconocimiento oficial en el gobierno chileno y los esfuerzos para ganar mayor representación y derechos civiles han terminado en violencia, como en la Araucanía. Muchos mapuches experimentan bajos niveles de vida, especialmente en reservas. Los mapuches han sido marginados de la sociedad chilena desde su incorporación a Chile en el siglo XIX los esfuerzos por tener más autonomía y expandir la jurisdicción de las comunidades mapuches ha dado pocos avances en desarrollo económico y condiciones de vida. (6). El activismo político puede plantear problemas de seguridad para los misioneros en algunos lugares.

Las regiones administrativas en Chile con los más altos porcentajes de población Mapuche ha experimentado el más bajo crecimiento SUD. El porcentaje estimado de miembros nominales es el segundo más bajo para Santiago (3.06%) y el tercero más bajo para la Araucanía (3.25%), de las quince regiones administrativas de Chile. No está claro si son menos los recursos misionales designados a la Araucanía que a otras divisiones administrativas o si la población es menos receptiva que en otras divisiones administrativas o si una combinación de ambas ha resultado en que la Iglesia tenga un menor porcentaje de población en la Araucanía que en otros áreas.

Crecimiento Comparativo

La Iglesia no ha establecido una presencia formal de proselitismo entre ningún pueblo Amerindio en Chile ni Argentina. Los Mapuches parecen ser la mayoría de los miembros SUD entre los pueblos Amerindios nativos en Chile y Argentina. Otros pueblos amerindios en Sudamérica han tenido presencia SUD por décadas y tienen la traducción de las escrituras, material de la Iglesia en sus lenguas nativas como los Quechua en Perú y Bolivia, los Imbabura (Otavalo) Quichua de Ecuador, y los Aymara de Bolivia.

Algunos proselitismos a nivel mundial de grupos cristianos no tradicionales reportan presencia entre el pueblo Mapuche. En Chile, los Testigo de Jehová reportan cuatro congregaciones de habla mapudungun (Graneros, Santiago Sur, Temuco y Tromen) y un grupo (Licanray). Los Testigo han traducido al mapudungun material básico de proselitismo, los Evangélicos reportan que un 23% en Chile y un 4% de la población en Argentina es evangélica. No está claro si la Iglesia Adventistas del Séptimo Día tenga presencia entre los Mapuches. Los Adventistas han realizado labores de ayuda humanitaria en el pasado y de desarrollado exclusivamente entre las comunidades Mapuche en Chile.

Limitaciones

La Iglesia no publica datos sobre el origen étnico y el uso del lenguaje para los miembros de ningún país, incluyendo Chile y Argentina. No está claro cuántos Mapuches se han unido a la Iglesia y qué porcentaje de Mapuches permanecen activos hoy. Durante la redacción de este caso de estudio no hubo reportes de miembros o actividad misional de tiempo completo entre los Mapuches y pocos reportes disponibles de misioneros retornados en áreas con gran población indígena Mapuche como en la Araucanía. El porcentaje de miembros por división administrativa incluidas las áreas seleccionadas en este caso de estudio, se estima comprobada a través del promedio de número de miembros por congregación en Chile en 2011 por el número de congregaciones en cada división administrativa a principios de 2013.

Perspectivas Futuras

Las perspectivas para iniciar un programa específico de proselitismo Mapuche parece sombrío debido a que la población Mapuche reside en distintas misiones SUD, problemas de inactividad crónicos y severos en los miembros de Chile y Argentina y un número considerable de Mapuches que se han unido a la Iglesia a principios de 2013. Las misiones y líderes locales evalúan las posibilidades de proselitismo en reservas y mantener un registro de los miembros Mapuches activos será vital para alcanzar cualquier mejora en la difusión entre el pueblo Mapuche en el futuro previsible. El activismo político, marginación en la sociedad, y bajos niveles de vida continuarán presentando desafíos en el crecimiento de la Iglesia en los años venideros. El aumento de la fuerza misionera en todo el mundo ofrece oportunidades para que los líderes misionales dediquen un par de compañerismos para que se enfoquen en la población Mapuche, especialmente si misioneros de la etnia Mapuche, quienes hablan mapudungun como primera lenga están disponibles.

 

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