Reflexiones mormonas sobre la Palabra: Guardar los mandamientos

abril 1, 2013 • Reflexiones sobre Jesucristo • Views: 3864

mormon-bible-bookLa BYU (Universidad Brigham Young) es administrada por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a menudo erróneamente llamada la «Iglesia Mormona». Los estudiantes de la BYU toman casi un semestre de clases de religión espiritualmente edificantes y estimulantes.

En esta serie (ver más abajo), los estudiantes matriculados en las clases de estudio de las Escrituras han compartido sus pensamientos, ideas y reflexiones sobre el Libro de Mormón en formas de cartas a personas que conocen. Les invitamos a echar un vistazo a sus epifanías y descubrimientos a medida que profundizan en las Escrituras.

Con la publicación de estas cartas, cumplimos su deseo de hablar con todos nosotros sobre la importancia, el poder y la belleza del Libro de Mormón, un segundo testimonio de Jesucristo y complemento de la Biblia. El Libro de Mormón contiene la historia religiosa de un grupo de israelitas que se establecieron en la antigua América. (Los nombres que utilizan son los de los profetas que enseñaron a los pueblos del Libro de Mormón a esperar la venida de Cristo, Nefi, Lehi, Alma, Helamán, y otros nombres desconocidos. Esperamos que esos nombres se hagan más familiares para ustedes a medida que lean sus palabras inspiradoras y sientan la importancia y la divinidad de sus mensajes a través de estas reflexiones.)

Hágannos saber si les gustaría recibir su propia copia digital del Libro de Mormón, y/o si estos mensajes los alientan y ayudan espiritualmente también.

Reflexiones mormonas sobre la Palabra: Guardar los mandamientos

Esta semana en mi clase del Libro de Mormón, hemos estado viendo los capítulos de guerra en el libro de Alma. Cuando contrastamos a los dos líderes de las partes enfrentadas, vimos cómo Moroni, capitán jefe de los nefitas y un hombre muy justo (referencia Alma 48:17), estaba tan fuertemente contrastado con Amalickíah, el ex-patriota nefita que se convirtió en el rey de los lamanitas. Más concretamente, vimos cómo Moroni estaba siempre preparando a su pueblo para la próxima ola de ataques con el fin de salvar sus vidas, mientras que Amalickíah sólo estaba interesado en alcanzar su meta. A menudo tomamos en cuenta las cosas que debemos aprender espiritualmente de Moroni y Amalickíah, pero sentí que dicho aprendizaje no era lo que yo necesitaba oír en ese momento en clase. Entonces, empecé a considerar cómo se aplicaba en mi vida, que por el momento siento que es más temporal. Ahora mismo, me doy cuenta de que siempre estoy muy ocupado con el trabajo y la escuela, y muchas veces no encuentro el tiempo para hacer todo lo que necesito hacer. El único día libre que tengo es el sábado, así que me he dado cuenta que si no me ocupo de mi tarea con una semana de antelación, no voy a tener tiempo de hacerla durante la semana. Por lo tanto, hay mucho que aprender del ejemplo de Moroni. Él no esperaba a que las dificultades llegaran antes de tratar con ellas, sino que preveía y se preparaba para las dificultades que él estaba seguro que iban a venir. Creo que debemos hacer lo mismo. Debemos prepararnos para las dificultades y las complicaciones por venir, y debemos administrar nuestro tiempo sabiamente para lograr nuestras más altas prioridades.

Pero, en el fin espiritual de las cosas, siempre es importante que nos preparemos espiritualmente también. Dios siempre debe ser una prioridad en la vida, ya sea a través de ir al templo, o leer las Escrituras a diario, o asistir a nuestras reuniones los domingos, y si las aplazamos por nuestras otras actividades, éstas estarán ausentes de nuestras vidas. Y puesto que esas son las cosas más importantes, son las que menos deberíamos olvidar, y las que hay que programar primero. Sin embargo, dado que no hay nadie con nosotros que nos vigile en esas asignaciones, y no vemos el inconveniente inmediato de no leer las escrituras que sí vemos fácilmente por no ir a trabajar, por ejemplo, somos más propensos a olvidarnos de Él. Los animo, por tanto, a recordar a Dios siempre en sus vidas, y siempre prepararse para las dificultades por venir, porque así es la vida. Yo sé que Dios vive y nos ama.

Recursos Adicionales:

Mormones y Cristo

Yo Creo: Expresiones de Fe

Conozca a los misioneros mormones

 

Estudiante BYU – quien ha escrito 34 entradas en AboutMormons.

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